Las intrigas que da la vida
El niño blanco que habitaba mi departamento

Cuando tenía doce años de edad vivía en Madrid, España. Vivía en un departamento viejo con pocos vecinos, entre ellos se encontraba una pareja brasileña, un cura y una señora mayor de edad que siempre me regalaba golosinas. Cuando volvía del colegio, al entrar en mi departamento, sentía como alguien estaba detrás de mí y se aferraba a mi espalda. Yo sabía que había alguien más habitando el departamento cuando estaba solo.
Yo estaba solo toda la tarde después que venía del colegio hasta las 21h00 que llegaba mi madre del trabajo. En ese lapsus de tiempo, sentía una incomodidad en mi ser cuando andaba por el departamento. Hasta que un día de verano todo cambió.  Recuerdo que en una madrugada donde cayó una fuerte lluvia me levanté del susto por el sonido de un trueno. Estaba sentado en mi cama y vi el reflejo de la Luna que entraba desde la puerta de mi habitación. Como nunca aquella puerta estaba abierta porque yo siempre la cerraba antes de dormir. Decidí ir hasta el borde de mi cama y ver porque estaba abierta aquella puerta. Cuando puse mi manos en el borde la cama y miré hacia mi derecha, vi un niño todo de blanco en cuclillas viendo la ventana del pasillo largo y oscuro que llegaba hasta la puerta principal. Ese niño no se dio cuenta que lo estaba observando, en un momento apoyé duro en el colchón y sonó un resorte. Ahí fue donde aquel niño me regresó a ver, él tenía los ojos brillantes como dos linternas en la oscuridad, en su cabeza no tenía nada de cabello y no llevaba nada de ropa. Fueron los seis segundos más eternos de mi vida donde no sentí miedo. Después el niño se puso de pie y caminó hacia la sala, en ese momento fui tras él y cuando giré no había nadie pero la ventana estaba abierto de par en par. Me acerqué a la ventana y había una Luna tan enorme que pudiera tocarla. Hasta el día de hoy me pregunto quién es ese niño y porque después de ese episodio ya no tuve la sensación de que alguien me perseguía.

FRASES

“Siempre que escucho el Hijo de la Luna de Mecano le recuerdo”.
“Cambió mi perspectiva de la vida después de la muerte”.
“Ahora no tengo miedo a cosas extra normales que me pases en la vida”.

Autor: Miguel Chasiluisa Reyes
TESTIMONIO

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