Testimonio de Ana Coello
Escribir, un trabajo que cambia
Ser escritora transforms
la vida, como por ejemplo, ser fuerte ante críticas, saber sobrellevar los "bloqueos de escritor" y sobre todo
saber manejar el tiempo. Ser madre, dar prioridad a mi familia y al mismo
tiempo hacer lo que amo: escribir.
Como
escritora, no soy la misma, ni siquiera la de hace un año, la que era de hace
10 años tampoco. Desde el momento que empecé a escribir las primeras historias,
no estaba casada, no tenía hijos, era docente a tiempo completo. Tenía otra
edad, otra mentalidad.
La verdad, creo que todo lo que elegí ser, me ha gustado y yo no me
podría arrepentir de nada en mi vida gracias a Dios, en este momento podría
decir que he sido y soy lo que he querido ser, pero me ha costado muchísimo
trabajo y no habido nada más fuerte en mi vida, que me haya confrontado más que
dos cosas: mis hijos y escribir.
Este
mundillo ha sido fuertísimo. Me ha
hecho crecer porque en este mundo puedes elegir dos maneras. La manera en la
que no creces y continúas con lo mismo porque funciona, porque sirve, porque la gente lo lee y porque te importa lo
que las demás personas vayan a pensar, entonces, no quieres salirte de lo que
escribes porque ya no te van a leer, no les va a gustar, la que se engancha con
las críticas, con las personas que te
quieren hacer daño la que no crece como persona
y se mantiene en esa postura. Y la otra parte en la que de verdad te
identificas con los demás, aprendes y lo haces porque quieres hacerlo, porque
amas escribir, porque no estás aquí para
cumplir las expectativas de absolutamente nadie en ningún aspecto de tu
vida, que es lo que a ti te gusta hacer.
Todo eso es un trabajo personal de ida y vuelta, pero lo hago además.
Empezar a preparar la cabeza para estas cosas también me ha costado mucho
trabajo pero gracias a Dios estoy aquí mejor que nunca y me siento más fuerte
que hace un año y por supuesto muchísimo más madura que hace 10 años que
escribí la primera historia, y en la escritura si he evolucionado sin miedo, no
me importa la verdad, voy a seguir cambiando los estilos y las maneras, porque
quiero escribir lo que yo quiero escribir y el que me quiere leer bien y si no,
ni modo.
Frase: "No, me centro en lo bueno. Me
centro en lo que si sirve. Me centro en lo que sí me gusta, en las personas que
si me leen".